La competición más dura del mundo finalizó. Se acabaron esas jornadas interminables de ocho horas bajo el calor del sol, esos momentos de sed y flaquedad cuando uno se encuentra mas débil.
Así pasó esta competición que se celebra cada enero, dejando un sabor agridulce al deporte español.
De un enero negro a uno blanco, soleado, feliz, de un año aciago a uno que deslumbra, en el que todo son palmaditas en la espalda.
En apenas un año, Marc Coma ha recobrado el sabor del Dakar, ese deporte al que califican como el más duro del mundo, ese reto-locura que le hace a uno subirse a la moto y perderse entre piedras y dunas en el desierto mientras la familia, bien lejos, en Aviá, celebra con cava las Navidades.
Mereció la pena y conquistó su tercer Dakar en la categoría de motos, tras los de 2006 y 2009, demostrando así que es el mejor piloto de raids del mundo, en África o en Suramérica.
Así pasó esta competición que se celebra cada enero, dejando un sabor agridulce al deporte español.
En apenas un año, Marc Coma ha recobrado el sabor del Dakar, ese deporte al que califican como el más duro del mundo, ese reto-locura que le hace a uno subirse a la moto y perderse entre piedras y dunas en el desierto mientras la familia, bien lejos, en Aviá, celebra con cava las Navidades.
Mereció la pena y conquistó su tercer Dakar en la categoría de motos, tras los de 2006 y 2009, demostrando así que es el mejor piloto de raids del mundo, en África o en Suramérica.
Son trece durísimas jornadas de competición, 9.500 Km de calor y sed, donde la resistencia y la fuerza mental juegan un papel esencial.
Ha parecido una victoria fácil, ya que Coma tuvo el dominio de la competición prácticamente desde el principio, pero sólo el talento es capaz de engañarnos y convertir en un paseo militar el infierno que supone este deporte.
Su éxito ha sido mantener a raya al francés Despres, su gran rival, el hombre con el que se había repartido el triunfo en los últimos cinco años del Rally Dakar.
Ha parecido una victoria fácil, ya que Coma tuvo el dominio de la competición prácticamente desde el principio, pero sólo el talento es capaz de engañarnos y convertir en un paseo militar el infierno que supone este deporte.
Su éxito ha sido mantener a raya al francés Despres, su gran rival, el hombre con el que se había repartido el triunfo en los últimos cinco años del Rally Dakar.
Actualmente ambos tienen tres Rally Dakar en su palmarés, así que el gancho para el Dakar 2012 está fácil: desempate bajo el sol.Coma ganó cinco etapas y sacó 15 minutos a Despres. Lo celebró a lo grande, pero reservó un abrazo sincero y eterno para Joan Pedrero, su mochilero, el piloto que ha velado por él. Han triunfado. El desierto les ha dado la razón.
Por otra parte, el piloto español Carlos Sainz quedó tercero en la general del Rally Dakar en la categoría de coches, pero rozó la gloria en las dunas de la Patagonia donde el qatarí Al-Attiyah le arrebato dicha conquista.
Su participación en el Rally fue muy buena, y durante algunas jornadas de la competición, disfrutaba del sabor del liderato en la general, pero durante una etapa, su coche se quedó atrapado en una duna, y perdió mas de una hora para solventar la situación.A causa de este incidente, Sainz perdió todas sus papeletas para alzarse con la victoria entre la arena y las rocas, aunque el año pasado le pasó lo mismo a Al-Attiyah.
A la vista está que este deporte pone al límite la capacidad humana, ya que desgraciadamente, algunos años mueren participantes a causa de las condiciones climatológicas y geográficas tán duras, y solo el hecho de acabar esta carrera es un logro.
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